Este post tienen su original en el blog de Ana Aldea. Lo reproduzco también en mi blog.
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El otro día Ana hablaba de la buena idea de la existencia de la tasa Robin Hood.
Hoy, vuelvo a usurpar su blog (gracias Ana!) para hablar, en "directo" de lo que se está moviendo en la presentación de la tasa Robin Hood que se ha realizado el 28 de Marzo de 2011.
La tasa Robin Hood es una iniciativa que engloba 15 organizaciones de primer nivel, trata de dar respuesta a las necesidades de justicia y desarrollo del mundo, pero sobre todo es una buena idea.
Para ello unos pocos soñadores en Madrid han reunido a un conglomerado de personas, siguiendo la estrategia comercial del boca a boca, en la que el ciudadano se convierte en prescriptor, para distribuir la idea con el objetivo “secreto” de generar una conciencia colectiva que demande esta tasa ante los órganos representativos.
La idea es sencilla, imponer un gravamen a las operaciones que, sin afectar al ciudadano, son consecuencia directa de los fenómenos especulativos de las grandes masas dinerarias. Se trata de una tasa impositiva prácticamente insignificante, el 0.05% pero que puede suponer una gran aportación en las astronómicas cantidades que de forma macroeconómica se mueven.
Se trata de una idea revolucionaria para los ciudadanos, en las facultades de economía ya hemos hablado de ella, de su utilidad y su eficiencia, pero es ahora, con el desarrollo de de sociedad de la comunicación se pretende volver a impulsar, gracias al impacto que coyunturalmente existe, la famosa “crisis”.
En este contexto con restricción fiscal se necesita algo más que voluntad política de incrementar los fondos de ayuda al desarrollo. Se reinicide en la ausencia de coste extra para el ciudadano, salvo que se repercuta desde los grandes bancos, cosa que debería estar regulado. Además se trata de una solución a al altura del problema, una apuesta ganadora desde muchos puntos de vista. Por último se trata de una tasas muy pedagógica, profundiza en la idea de quién ha causado la crisis debe solucionarla.
300.000.000.0000 € anuales. Muchos ceros.
La crisis se generó por un proceso de liberalización de las obligaciones del sector financiero, y la solución aportada por los dirigentes hasta el momento pasa por una mayor desregulación, por lo que es evidente que la solución no se encuentra en acentuar el problema, si no en una mayor regulación donde se propone que se instaure esta tasa.
¿Qué se necesita la tasa Robin Hood? Los ingredientes son tan sencillos como la cohesión, la voz única, los argumentos a la población para que de forma agregada se genere una única voz que la demande de forma seria.
El sector en el punto de mira es el bancario, un sector que goza de demasiados privilegios y que además aportan mucho riesgo para la economía, con contagios para el resto de la sociedad. Estas operaciones además no generan movimiento en la economía, no generan valor, ya que son meramente especulativas, aumentando la brecha existente entre las necesidades y los recuersos disponibles. El mismo G20 ha reconocido los abusos del sector financiero. El esfuerzo de la tasa debe recaer sobre el sector financiero, esto viene respaldado por el 80% (90% en España) de las encuestas realizadas a tal efecto.
La idea nació en los años 30, tiene un revivir en los 70 pero ahora se espera que por fin catalice y se convierta en algo real, ya que a día de hoy se trata de una posibilidad real. El mismo G20 ha reconocido los abusos del sector financiero. Existen declaraciones en el área del G20, que constituyen un paso fundamental, que incluyen en la agenda política esta tasa dada la realidad de su aplicabilidad. Pero aún quedan muchos países que ser convencidos.
En el ámbito de la UE, el parlamento ha aprobado un informe recomendando a la comisión que la aprobaran en el espacio europeo sin esperar al consenso global. Supongo que sin establecer un sistema de cooperaciones reforzadas. A día de hoy Francia y Alemania son los países motores de esta tasa en el espacio europeo, de hecho ya lo han presupuestado. Y por el efecto contagio se puede extender a otras economías.
En España es necesario una postura más clara desde el Ministerio de Economía, más allá de declaraciones. Es necesario un avance, una materialización.
@ferendus