En episodios anteriores hemos reconstruido el accidente.Yo sabía que mi padre había entendido que nos había pasado algo más, pero que estaba mi madre al lado, y mi madre tiene un problema con los nervios, no los controla, y le dan hasta ataques, así que llamaron a Pesadilla, quien estaba con el otro coche para venir a buscarnos.
Estaba a tres kilómetros exactos de la puerta de mi casa, en terreno de Gotham Pueblo.
Mientras esperaba que mis padres viniesen, y aguantaba estoicamente de pie, pese al dolor, una vez que mi hermano me confirmó que había llamado al 112, fui a recoger el hito kilométrico que había arrancado y el tapacubos. A la vuelta me recordó mi hermano que debía ponerme el chaleco, así que le insté a esperar dentro del coche hasta que viniera alguien, y me puse a llamar al seguro desde fuera del coche, más que nada porque me dolía mucho la espalda como para volver a agacharme para entrar en él.
Llamé al seguro, di los datos, me preguntaron si querían que avisaran a alguien pero ya estaba todo hecho. Me gustaría oir esa grabación de ese parte, ya que creo que la hice con mucho aplomo.
Vino la guardia civil, me tomó declaración, dije que me había dormido. Ellos no se bajaron ni del coche para evaluar daños. Me hicieron la prueba de la alcolemia. 0’0.
Nunca bebo. Se fueron cuando apareció nuestra ambulancia.
He de decir, llegados a este punto, que estoy muy enfadado con la guardia civil, además de no bajarse siquiera del coche para ayudarme (tuve que ir a por los datos de la guantera, menos mal que se agachó mi hermano), a los meses, me llegó una multa a casa de poca cuantía en función de un artículo que no era (el de no usar el móvil mientras conduces) esperando que dada la baja cuantía pagase la multa y en paz.
Recurrí esa multa y evidentemente la gané.Pero hice muy mala bilis, y si, espero que no, vuelvo a tener un accidente, les dejaré muy claro que espero que no actuén así la próxima vez, que prefiero que se vayan antes de intentar meter el dedo en la llaga.
en la foto se puede ver cómo han saltado los pretensores, que la palanca de cambios murió y lo más evidente, el airbag
La ambulancia que llegó era la misma en la que yo había hecho atenciones, con la diferencia que esta vez era yo el atendido, y que conocía a todos los compañeros que en ella venían.
Recuerdo que me hicieron tumbarme en la camilla y me pusieron un collarín. Mi hermano iba con el collarín sentado atrás en la ambulancia también.Sé que nos preguntaban cosas y datos para evaluar si teníamos alguna hemorragia interna (ya que es el mismo protocolo que me enseñaron a mi) y si se nos iba la cabeza, así que intentaba hablar de cosas tranquilas.
Yo no sabía que ir tumbado marease tanto.
Ya en el hospital, al rato, llegaron mis padres y empezaron las pruebas, radiografías sobre todo. A mi me dieron un ibuprofeno ya que estaba muy pálido del mareo y estaba dolorido. Mi hermano iba en silla de ruedas, pero enseguida le dijeron que podía levantarse y andar y hacer vida normal, que llevase el collarín durante unos días y ya, ya que no tenía nada, y eso que mi hermano se quejaba de todo.
A mi no me dejaban moverme de la camilla, tumbado todo el rato.
Yo recuerdo que llevaba encima el olor de los polvos del airbag, un olor que me estaba acompañando, y cada vez que cerraba los ojos revivía la pérdida de control del vehículo.
Estaba preocupado por lo que le pudieran encontrar a mi hermano ya que se quejaba de todo, pero no tenía más que unos moratones de chocar los brazos contra ventana o salpicadero, ya que no los tenía, como yo, agarrados al volante, y la marca del cinturón.
He de hacer dos matizaciones para que sepais si nunca habéis tenido un accidente:
1-el cinturón deja un golpe en el externón..que duele varias semanas
2-el airbag quema. Yo como tenía los brazos estirados, me quemé los antebrazos nada más. Simples quemaduras de primer grado.
Durante las primeras radiografías me enteré que esa noche habían muerto dos chavales más, que se habían salido de la carretera con la mala fortuna de estrellarse contra el único árbol que había en todo el campo.
Yo tuve bastante suerte. Como nunca corro, y por la noche suelo bajar la velocidad, no iba muy rápido, si a eso le sumamos que los segundos que me quedé dormido levanté el pié del acelerador y que después frené a fondo..
“Sólo” me salí al arcén, donde está esa acequia suave (con forma de uve), es decir, una vez pasada la plataforma de la carretera, y justo antes de empezar los ribazos de los campos.
La mala suete fue que atravesé el colector de agua con el motor. Es decir, esta acequia donde al final se quedó empotrado el coche culmina de vez en cuando en un colector, es decir, un agujero que distribuye el agua. Este agujero está protegido por unos medio muertes de hormigón armado de menos de 50 cm de altura.
Fue contra esos muretes el primer golpe, que nos frenaron bastante, pero los atravesé por encima, y el segundo golpe fue ya contra el arcén.
El coche quedó siniestro total ya que el motor, dirección radiador, y bajos estaban destrozados, pero de hierros y cristales, salvo el foco que no lucía que con el golpe había revivido y se encontraba colgando, por lo cual parecía muy poco aparatoso.
estado de la llanta después del accidente.
En el hospital llamé a una amiga que había estado conmigo en el cumpleaños para que informara a la gente que había tenido un accidente pero que estaba bien. Quería venir inmediatamente, pero la convencí que hasta que no estuviera en planta no podría verme.
Al principio me tomaron sangre por si habían de operarme, me pusieron un gotero y me dijeron que en principio tras 24 horas de observación podría irme a casa, mientras esperaban los resultados de mis analíticas.
Pero al final me quedé más.
Y es que tenía una fisura en una vértebra de la columna vertebral, en la L5.
To be continued