jueves, 5 de marzo de 2009

“YOTUBE” (I) UN CARNET DE LA CRUZ ROJA

16-marzo-08-06:30 AM
(tono de móvil)
Mi amiga R-hola pendón
Crispín- hola, ¿qué tal? Sabía que estarías despierta
R-pues de milagro, que ya nos ibamos a la cama, estábamos los de la residencia en la habitación de X riéndonos y fumando porros y hablando de…¿qué es todo ese ruido?
C-nada, que voy en la ambulancia, y vamos con las sirenas puestas.
R-¿estás esta noche de servicio?
(…)

Me apunté a la Cruz Roja en diciembre de 2001.

Mi pueblo (Gotham pueblo) ha sido siempre muy socialista (desde la democracia siempre ha gobernado el PSOE) y se puede apreciar esta circunstancia en muchas facetas de la vida cotidiana.

Por ejemplo, las piscinas municipales las construimos los jóvenes del pueblo, y los que no nacimos en esa época pagamos las “peonías” cuando cumplimos 18 años, para demostrar que colaboramos con “nuestro esfuerzo” a las mismas, o la sala de fiestas que nos construimos entre todos también, una copia exacta de la mejor discoteca barcelonesa que encontramos en 1984.

Una de las actividades que llevaba a cabo las juventudes de Cruz Roja era la colaboración con la realización de la cabalgata de reyes.

En teoría y por falta de presupuesto, esta actividad la habían realizado normalmente los padres de hijos en edad escolar, forrando falsos regalos y decorando falsos remolques con escenas infantiles que luego los tractores pasearían por el pueblo, culminando la cabalgata con el remolque-carroza especial donde iban los reyes con los pajes.

Como los padres paulatinamente habían ido abandonando estos trabajos, un ligallo de jóvenes del pueblo se iba a encargar ese año de organizarla, y ese año me apunté con uno de mis hermanos, Pesadilla.

Pesadilla y yo no nos llevábamos en esa época especialmente bien, éramos más bien como la noche y el día. Si uno decía blanco, el otro negro, si uno era el Madrid, el otro del Barça (a ninguno nos gustaba el fútbol, pero era por chinchar)…siempre estábamos compitiendo por todo.

Pesadilla siempre había sido muy revoltoso, arrastrando a Pesado (nombre con el que tengo a otro de mis hermanos en el móvil..tengo a toda la familia en la P) en sus travesuras, pero en la adolescencia estaba muy rebelde.

El mayor punto de conflicto era la obligación que teníamos todos los domingos de bajar a misa. Mis padres son muy religiosos, y los hijos estábamos obligados a levantarnos todos los domingos para acudir a la iglesia con las mejores galas.

A mi la verdad que me resbalaba bastante, lo que más me fastidiaba era tener que “madrugar” (a las 10) un domingo (si habías salido el sábado sobre todo) pero me daba más o menos igual, ya que siempre aprovechaba para poner cara de poker y pensar en mis cosas..sólo tenía que estar atento para salir a leer las lecturas del evangelio a tiempo, ya que era uno de los tres jóvenes que acudían a la eucaristía, era mi función.

Hay que matizar que me resbalaba bastante porque había hecho un pacto tácito con mi padre y a cambio de no protestar demasiado para bajar a misa, yo subía conduciendo el coche desde la iglesia hasta casa, y a veces, por la tarde, me llevaba a dar alguna vuelta por algún camino. Sí, mi punto débil siempre ha sido conducir.

Yo sólo quería como regalo cochecitos a escala y cuando tenía cuatro años era capaz de identificar la marca y modelo de cada coche con un golpe de vista. Con nueve era capaz de reconocer la marca y modelo de los coches que se cruzaba mi padre conduciendo de noche sólo por la forma de los focos.

Me gustaban todos los coches, todos los modelos y mi obsesión era montarme en todos los posibles para poder comparar (sigo exactamente igual)

Me encantan las acelgas porque mis padres me dijeron que era imprescindible comer acelgas para sacarse el carnet de conducir, y claro, yo me ponía morado.

Me encantan los espárragos porque con tres años me tragué las ruedecitas de un cochecito y me hicieron comer dos latas enteras para que las evacuara sin problemas.

Con ocho años, Pesadilla quitó el freno de mano del coche en el que estábamos esperando a mis padres cerca de una pequeña cuesta, y empezó a caer, y salté del asiento trasero del ford fiesta blanco (y sin jersey amarillo) para frenar con el freno de pie ya que no podía levantar el freno de mano.

Y con dieciséis subía a mi familia de misa todos los domingos, desde la iglesia hasta casa (aparcando inclusive).

 Podeis entender que me resbalara soportar media hora de eucaristía pensando en las abutardas si luego podría conducir el coche.

Pesadilla sin embargo, como no tenía edad para conducir, (bueno yo tampoco, pero me refiero, que era dos años y medio más pequeño que yo) lo que hacía era rebelarse desobedeciendo y poniendo malas caras. Mis padres al principio le intentaron premiar con propinas (mi hermano era bastante usurero, ahora es completamente lo contrario, despilfarrador, pero bueno) y como ya no surtían efecto, decidieron entonces utilizar la maniobra inversa: cerrar el grifo.

Sin embargo la maniobra no surtió efecto ya que mi hermano mantenía o incrementaba sus gastos ocasionales. Como siempre había sido muy ahorrador, pensábamos que cedería cuando se le acabase el dinero.

Así las cosas, todo ese microuniverso de premios y castigos por ser dóciles y bajar a misa que habían montado mis padres cambió y se derrumbó cuando llegó una notificación de la Guardia Civil a casa.

Esta notificación no era una carta o una advertencia, era toda una señora multa de gran cuantía.

Y es la culpable de nuestro ingreso en la Cruz Roja.

To be continued.

6 comentarios:

Winnie dijo...

Como tú dices...¡ya estoyyyyyy enganchadaaaaaaaa! No te demores en continuar...¡ah! a mi me chifla conducir...es un relax total. Besos

Christian Ingebrethsen dijo...

Espero que no me lea nadie de tráfico, pero yo, hasta su repentina muerte, tenía la costumbre de cogerle el coche a mi tío Eduardo (no tengo carnet) pero como su coche lo ha heredado uno de mis tíos se me acabó el chollo.

Besos, estoy ansioso ya por esa segunda parte.

/ dijo...

Gracias por el comentario Crispin, no es por su juventud, sino porque nunca quiso ser madre, y de esta manera volvió a su sueño de jamás tener un hijo.

BESOS

mytemptation dijo...

...me ha impresionado lo de los espárragos, pero también me ha traído a la memoria mis tiempos de niño en el que jugar con un coche era lo mejor que me podía pasar ese día... vamos como ahora unos añitos después...cuídate,porfa...bss

Kwak dijo...

Hasta que no he leído el post entero no he caído en el juego de palabras... Si es que he llegado agotado perdido del vieje... Y encima este jueves tengo otro :P

Yo estuve en Cruz Roja en Almería, estuve una semana, me sentó muy mal llevar el brazo de un señor en la nevera en la ambulancia mientras el señor iba en otra :S

Ferendus dijo...

:-S

entiendo.

yo lo dejé por falta de tiempo, y me apetece volver, todo sea dicho..