sábado, 26 de enero de 2013

26.01.2013 Dream

He soñado que cl camino de piedras que hay por detrás de mi casa, al lado del canal (que lleva a L..eni) conducía hacia una ciudad de una país en vías de desarrollo, tipo Brasil (aunque las casas se parecían bastante a una parte de Liboa donde hay un funicular). 

Allí estábamos un poco preocupados porque habíamos descubierto (y éramos los primeros en saberlo) que una secta islámica bastante cruenta estaba resurgiendo, y la forma de demostrarlo era que ya había dos construcciones típicas tuyas, unas torres minaretes que se erigían entre las casas, un estilo el minarete de las Rozas Village de Madrid, pero más auténtico.

De repente una especie de conmoción asola la ciudad, y es que todos salen de sus casas y se ponen a correr rambla arriba: jóvenes, niños, ancianos...recuerdo sobre todo las ancianas, vestidas de negro (como en mi pueblo las viudas) "corriendo" con los bastones...y es que una especie de ola gigante (a lo tsunami) llega.

Allí una vez que la tragedia ha ocurrido y en medio del caos de enterrar a todo el mundo, y tras un breve lloro me uno a la colonia de españoles y me apunto a la cruz roja. En vez de ponerme a ayudar, nos dejan en una sala  a un par de chonis, a un señor y a mi y nos quieren poner el vídeo de iniciación (que habían re-grabado) donde se explica qué es la cruz roja y el voluntariado. 

Aburrido porque ye lo había visto, salgo y me pongo a explorar el resto de las dependencias del bloque de edificios. La sensación que tengo es como cuando andaba por mi antigua guardería. Me asomo a una habitación de una de las casas inundadas pero no entro demasiado. Entro en la siguiente casa y avanzo por un salón con una mesa camilla hasta un balcón que da a la bahía.

Allí me encuentran y me echan un poco la peta por no estar en el vídeo. Huele a formol y a hospital. Me comentan que en la habitación donde he estado era un poco cementerio dado que había unos niños muertos. Entonces los veo, ahogados sobre una mesa redonda de mimbre, con la cara sucia de barro y los ojos completamente negros. Como la chica del volcán a la que no pudieron rescatar.

Un poco afectado, salgo al balcón y me pongo a hablar con el señor que iba a mi clase. Se nota que tiene pasta. De repente,  parece que estoy viendo un vídeo suyo de españoles por el mundo. Entre otras cosas mencionan que es cojo, pero no lo enseñan hasta el final, cuando está enseñando las cuadras de la casa que se ha montado aquí.

Se enciende un cigarro y aparece un niño. Este niño no sé por qué, pero está a mi cargo. Parece que se ha quedado huérfano. Es un niño inglés y hablo con él en ese idioma. Le busco un colegio para que vaya estudiando en la ciudad. 

El colegio está como en una terraza con vistas al mar. Protegido con unas telas suspendidas por unos palos. Un profesor vestido con una camiseta interior de tirantes y un pareo está preparado para dar clase.

Me enfado cuando al llegar allí cuando veo que las clases no se darán en inglés, pese a que me aseguraron que sí, y me dicen que debí entender mal, que en ese país no existe ninguna clase entera en inglés, lo que sí ese colegio es el mejor para estudiar la asignatura de inglés. Mientras tanto el niño, muy contento por ir al colegio se pone a repartir los lápices, sacapuntas, reglas y...y mini peines.

Le comento la situación, diciéndole que tengo que volver a casa temporalmente para hacer gestiones antes de regresar y visto la decepción del colegio le pregunto si me quiere acompañar. Me dice que no, que quiere aprender el idioma local, que pese a no ser muy hablado en el mundo, es cultura. Le digo que vale, pero que veremos a la vuelta. Él se queda en el colegio.

Entonces me despierto.

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