Ahora mismo si tuviese una mascota no sería un erizo, por mucho que me guste, si no una serpiente. Por el hecho de ser desagradable, no darme amor y aguantar varios días sin comer si me tengo que ir de viaje.
Imaginar de repente si muero de viaje, mi animal está condenado a mi destino. Nadie lo liberaría, en una jaula donde no puede salir, ni alimentarse por si mismo.
Escribo esto desde el baño, pensando que realmente lo que necesito es una persona y que eso no lo puedo comprar.
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