martes, 9 de septiembre de 2008

manifiesto por una lengua común

manifiesto por una lengua común

La mía, la de mis antepasados.
La que ganó la lucha de idiomas por ser el Oficial en la Península Ibérica. La que se impuso, tanto por la fuerza como por su fuerza y utilidad.

La contribución a la humanidad de la singularidad de mis genes.

La lengua es cultura, es su vehículo, su traje y por tanto todas son respetables y todo el mundo debería estudiar lenguas ajenas, para conocer más su cultura, estudiando las culturas ajenas. yo hablo idiomas conquistadores, por las similitudes.

Pero también se usa la lengua con otros fines, e incluso se asocia a régimenes políticos, pero por allí ya no paso.

Pero uno no es buen redactor, así que citaremos a maestros de la pluma para que hablen por mi, en este caso, Perez Reverte, el nuevo Larra, salvando las distancias..

(..)El español, lengua potente, se come el mundo sin pelar. Quien no lo domine, allá él. No sólo pierde una herramienta admirable, sino también cuanto ese idioma dejó en la memoria escrita de la Humanidad.(..)

Es decir, no es para nada desdeñable..además si hay gente que lo estudia será por algo.

(..)Reducirlo todo a mero símbolo de imposición nacional sobre lenguas minoritarias es hacer excesivo honor al nacionalismo extremo español, tan analfabeto como el autonómico. Esta lengua es universal, enorme, generosa, compartida por razas diversas mucho más allá de las catetas reducciones chauvinistas.(..)

Las implicaciones políticas de la lengua, de la cultura como elemento diferenciador más que cohexionador, son enervantes. La cultura está siempre en movimiento y en constante adaptación.

(..)Pero hay un nacionalismo en el que milito sin complejos: el de la lengua que comparto(...)

Lo que es lo mismo, no hay porqué avergnzarse..

(..)Según la Constitución, que está por encima de estatutos y de pasteleos, cualquier español tiene derecho a usar la lengua que desee, pero sólo está obligado a conocer una: el castellano. Lengua común por una razón práctica: en España la hablamos todos. Las otras, no.
Son respetabilísimas, pero no comunes.(..)

Es una razón importante, poder comunicarnos. 

(..)Serán sólo locales, autonómicas o como queramos llamarlas, mientras los países o naciones que las hablan no consigan su independencia. Cuando eso ocurra, cualquier español tendrá la obligación, la necesidad y el gusto, supongo, de conocerlas si viaja o se instala allí. En el extranjero. Pero todavía no es el caso.(..)

Esto es muy jurídico, me encanta. No hablamos de situaciones idílicas, sino de la situación real. No emite juicio político, sólo describe la realidad.


(..)Así que hoy, con su permiso, yo también me cisco en las patrias grandes y en las chicas, en las lenguas –incluida la mía– y en las banderas, sean las que sean, cuando se usan como camuflaje de la poca vergüenza. Porque no es la lengua, naturalmente. Ése es el pretexto. De lo que se trata es de adoctrinar a las nuevas generaciones en la mezquindad de la parcelita.(..)

Es decir, no tiene nada que ver con la política

(..)Franquismo al revés: antes era el español forzoso para todo, y ahora es la lengua local la obligatoria(..) Y al final, entre unos y otros, han conseguido lo mismo que con la bandera. Lo que ya pasa en algunos colegios: que al niño que habla en español lo llamen facha(..)

Es la vuelta de la tortilla.

La idiosincrasia española que tan harta del régimen franquista, ha ido al extremo contrario, olvidando que la virtud está en el medio..pero siempre desde una perspectiva democrática y llena de derechos y libertades.

y después de la publicidad, más

No estoy de acuerdo en todo lo que publica Perez Reverte, pero me parece una opinión muy válida con argumentos muy razonables. Soy de Izquierdas, pero no suscribo ningún partido político, ni ninguna línea de pensamiento, pienso por mi mismo

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