Estando de Erasmus, Ted estaba obsesionado en que todos de la residencia deberíamos tener un mini affaire en tierras francesas, la patria del menage à trois (o fomage à trois como decía yo :-))
Lo de Ted era caso aparte, ya que tenía novia en España, a quien quería mucho, pero eso no le impedía tirarse a todo lo que se le pusiera por delante. Según él no era infidelidad ya que no sentía nada por quién se acostaba, que era como hacerse una paja pensando en la otra persona, y aunque en cierta medida tiene razón, tampoco es una excusa (yo soy pro-fidelidad) pero ya sabemos todos que hay personas que no son capaces de estar solos. (como en la película las normas de la casa de la sidra, el personaje de Scarlet Johanson lo dice en un momento)
Y encima Ted, con su look super-guarro tenía un aura, un algo, un morbo que volvía a todas locas..
Y lo logró. En cierta medida.
Aunque la culpa de todo la tuvo un corte de pelo.
Era el cumpleaños de rollitoambiguo, y aunque yo no había hablado mucho con él, de hecho las primeras semanas nos habíamos marginado mutuamente, pero porqué él empezó, pues bajamos todos los de la residencia como siempre.
La fiesta era en un bar cercano a mi residencia, la bohème, lejos de la suya. Habíamos quedado a las 9, y yo bajé a las 9 y media corriendo porque pensaba que llegaba tarde (vale, llegaba tarde a propósito, no me apetecía nada, pero luego me dio vergüenza saberme el último en llegar y bajé la cuesta corriendo). Pero como era habitual el resto de españoles de la residencia no había bajado aún (la media de restraso era de hora y media ante la cual, yo y Copine, ambos siempre preparados a la hora, teníamos que esperar en la residencia y el resto donde hubiésemos quedado). Yo debería haberlo previsto, pero pensando que era el cumpleaños de este elemento, pues creí que no llegarían muy tarde. Pues no.
Así que no me quedó más remedio que hablar con él un buen rato, ya que no conocía a casi nadie de los que habían llegado puntualmente. Estuvimos hablando de coches (tema que me apasiona) contándome sus visicitudes con el suyo. La verdad que bien. Luego ya llegó el resto y no hablamos más en toda la noche.
To be continued.
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